En el 89 llegó Santiago de Compostela, esta jornada tenía ya una estructura definida del programa organizado en tres partes: la catequesis, la vigilia de oración y la eucaristía con los jóvenes de todo el mundo.
En 1991 fue el turno de Czestochowa, Santuario mariano, lugar de peregrinación y desde entonces lugar de unión de dos bloques hostiles, ya que fue la primera jornada que se celebró tras la caída del muro de Berlín.
Denver, fue la primera peregrinación que se celebró en una metrópoli moderna, donde los jóvenes darían testimonio de Cristo.
Más tarde llegaría Manila, en Filipinas, esta jornada pasaría a la historia como la que más número de participantes conseguiría reunir hasta entonces: alrededor de 4 millones.
Luego Francia, en París, aquí se añadiría dentro del evento el Vía Crucis como también la visita a las diferentes diócesis del país galo. De nuevo en el 2000 volvería a Roma, más de dos millones de jóvenes sintieron el Kairós, un tiempo sagrado y especial del gran jubileo.
En Toronto de nuevo volvería una gran ciudad a ser sede de la JMJ, tras ella Colonia fue la primera jornada en la que participaría un papa distinto a Juan Pablo II, que moriría poco antes de la celebración de esa edición. El nuevo Papa Benedicto XVI, se identificó totalmente con este programa de evangelización de jóvenes propuesto por su antecesor.
Sydney 2008, donde sólo un 20% de la población local es católica, no obstante, la acogida fue espectacular.
En 2013, ya bajo el papado de Francisco, y solo con cinco meses de pontificado la JMJ llegaría a Rio de Janeiro teniendo una participación de 3 millones de jóvenes de todo el mundo.
Finalmente se celebraría en Panamá desde donde se haría el anuncio oficial de que la próxima cita va a ser finalmente en Lisboa, en la JMJ 2023.