Descubre Loyola
Herido por las tropas francesas y postrado en su cama sin apenas poder moverse retornó a aquellas raíces religiosas que su familia le había inculcado. San Ignacio, peregrino de vida, comenzó su marcha hacia Jerusalén pasando por Roma e iniciando en esos momentos los famosos ejercicios Espirituales que aun hoy son base de la doctrina católica.

