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Turismo religioso

Tabla de contenidos

Es uno de las modalidades de viajar más especiales, es la combinación del turismo tradicional en el que visitar lugares de interés con historia, cultura y tradición al que se le suma un componente espiritual que cambia las vidas de los que lo practican.

 Se calcula que alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo practican esta modalidad de turismo

 Se trata de hacer un viaje interior en oración, pero también de compartir experiencias de fe que ayuden a comprender el mundo desde un punto de vista mucho más profundo. 

Es una modalidad de turismo que también puede ayudar a valorar las cosas más pequeñas de la vida incluso ayuda para desintoxicarse de las nuevas tecnologías o de los agobios cotidianos que no nos dejan tiempo para cuidar del alma.

El turismo religioso no solo se asocia a un perfil de viajero religioso, sino que es apto para todas las edades y clases sociales: existen peregrinaciones exclusivas para público juvenil, como es el caso de la JMJ, pero también para un perfil más maduro. 

Equivocadamente se asocia con público más culto o con elevados niveles de educación, pero nada más lejos de la realidad: es un tipo de turismo abierto a todas las gentes, en el que una de las premisas es poder compartir con el prójimo un viaje espiritual que enriquezca el espíritu y que te acerque a Dios.

 Se trata de viajar no solo físicamente sino espiritualmente en un camino de conocimiento interior que trasciende al alma.

Los lugares a visitar suelen ser emplazamientos donde los Santos han tenido un papel destacado, también pueden ser espacios en los que se han sucedido milagros o apariciones marianas, o ciudades en las que el arte sagrado brilla con resplandor propio y ayuda al visitante a descubrir culturas y creencias que han vertebrado la historia de la humanidad.

Turismo Religioso en España

El Turismo religioso en España ha sufrido una importante trasformación en la última década, son numerosas las agencias de viajes y profesionales del sector que se han especializado en ofrecer al peregrino un producto que se adapte a las exigencias.

Los diversos destinos religiosos que se radican en España han logrado crear paquetes turísticos temáticos que combinen cultura, tradición, turismo y religión. 

El gran referente en nuestro país sin duda es El camino de Santiago, pero también encontramos lugares como Caravaca de la Cruz, Ávila con su ruta Teresiana o el Pilar de Zaragoza que ofrecen al viajero peregrino grandes experiencias en las que conocer la historia de los santos de la iglesia.

Los centros religiosos más visitados en la actualidad en España son:

  • Santiago de Compostela.
  • Monasterio de Montserrat, en Barcelona
  • Basílica del Pilar de Zaragoza
  • Virgen de la Cabeza, en Huelva
  • Monasterio Santo Toribio de Liébana
  • Virgen de Covadonga en Asturias
  • Virgen de la Almudena en Madrid
  • Santuario de Guadalupe, en Cáceres
  • Iglesia convento, Santa teresa de Jesús en Ávila
  • Santuario de Loyola en Navarra
  • Nuestra señora de Regla, en Cádiz
  • Caravaca de la Cruz, Murcia

A continuación, te contamos las razones por la que los viajeros deciden realizar una peregrinación:

  • El deseo de tener una experiencia más cercana a Dios, conocer los orígenes de la fe y fortalecer las creencias personales. A veces el cristiano necesita descubrir las huellas que los Santos de la Iglesia han ido dejando para confirmar sus creencias.
  • Otros viajeros deciden emprender su peregrinación por una promesa o en agradecimiento por la obra que ha hecho Dios en su vida. Quizás la curación de un ser querido, o la superación de una dificultad personal. Cualquier excusa es buena para peregrinar a alguna Ciudad Santa.
  • También están los que acuden a los santos lugares en busca de respuestas a acontecimientos que no entienden, o bien para pedir el favor o la intercesión de los Santos de la Iglesia para poder superar una dolencia o alguna situación de especial dificultad.
  • Por último, tenemos al viajero que simplemente busca conocer la cultura, tradiciones, o monumentos más importantes de algún lugar. Suele coincidir que el patrimonio más destacado de nuestro pasado está relacionado con el arte sacro, con los Santos o con Vírgenes bajo cuya advocación han ocurrido milagros.

Una mirada a la historia del turismo religioso

El turismo religioso no es precisamente un turismo de reciente creación, lo cierto es que desde los orígenes de la humanidad tenemos constancia de viajeros que han acudido a los grandes centros religiosos a encontrar los orígenes de su fe.

En el caso de las peregrinaciones cristianas una de las precursoras principales fue Santa Elena, madre del que más tarde sería proclamado emperador de Roma Constantino. Esta Santa destacó por las numerosas peregrinaciones a Tierra Santa en busca de la Cruz en la que fue clavado Cristo. Elena hallaría aquello que fue a buscar y de paso sería ejemplo para muchos otros peregrinos que a lo largo de los siglos han buscado respuestas en las ciudades Santas más importantes del Cristianismo (aquí enlazado interno).

También Egeria, o Etheria, originaria de la provincia de Gallaecia (hoy Galicia) es un buen ejemplo del origen de las peregrinaciones cristianas, esta mujer además dejó por escrito en su libro “ Itinerarium ad loca Sancta” cada una de las etapas de sus peregrinaciones a los Santos lugares: Viajó a Egipto, Constantinopla, Siria y Palestina; conoció Jerusalén, Jericó y Nazaret y pisó las huellas que Jesús dejó en todas estas localizaciones.

En la edad media serían célebres las llamadas cruzadas, en las que los pueblos europeos surcaban el mediterráneo para conocer, y de paso conquistar los Santos lugares

En esta edad surgirían itinerarios de peregrinación como el camino de Santiago, u otras que se dirigían a Roma, en la que se veneraban reliquias de Santos mártires.

Dante, en su obra Vita Nuova, estableció tres categorías de peregrinos en la época medieval:

  • Los Palmieri: aquellos que viajaban a oriente próximo y a Jerusalén y que se traían el recuerdo de las palmas típicas de la vegetación autóctona.
  • Los romieri, aquellos que visitaban Roma y hacían una “ Romería”.
  • Y los genéricamente denominados “Peregrini”, que viajaban hasta los confines del mundo conocido, hasta Finisterre, a conocer la tumba del apostol Santiago.

Actividades del Turismo Religioso

En el turismo religioso se cuida mucho el guía acompañante, es importante que también profese la fe católica, pues durante el recorrido y visita de los lugares Santos, es vital acompañarlo de explicaciones que pongan en contexto los acontecimientos que tienen que ver con la historia de la Iglesia. Estos guías acompañantes en ocasiones son sacerdotes que además pueden aportar una visión teológica al viaje e incluir en sus intervenciones catequesis que acerquen al peregrino a una experiencia mucho más trascendental.

También se suelen incluir momentos de oración, de acogimiento, de veneración o de penitencia, esos momentos de soledad en el que el peregrino por fin se encuentra cara a cara con esa imagen de la virgen, o con la reliquia del santo. Son instantes en los que el alma descansa, comprende y conecta con Dios.

Las actividades que suelen realizarse cuando se viaja en peregrinación o en alguna de las modalidades que ofrece el turismo religioso no solo se refieren a la visita de los Santos lugares, va mucho más allá del simple turismo cultural.

Por supuesto también debemos mencionar esos ratos de compartir experiencias con los viajeros que te acompañan, ya sea en los albergues en los que pernoctes, o en los ratos de autobús si viajas en grupo. Las historias personales de cada peregrino ayudan a los demás a comprender mejor el viaje y a disfrutar mucho más del itinerario.

Tipos de Turismo Religioso

Dentro de las modalidades de turismo religioso o peregrinaciones encontramos dos clases bien diferenciadas:

Visita a Santuarios Religiosos, en esta modalidad se trata de acudir a alguno de los muchos Santuarios de peregrinación existentes en el mundo: los más conocidos son los Santuarios marianos, donde destacan Lourdes, Fátima, Medjugorje o Guadalupe.

También encontramos grandes centros de peregrinación como Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela. Espacios que además han sido habilitados para acoger a miles de peregrinos al mismo tiempo: es el caso de la Plaza de San Pedro de Roma.

Estos lugares pueden ser centros de peregrinación por multitud de causas: por ser lugar donde algún santo realizó su obra, por acoger la tumba o las reliquias de Santos o beatos, por ser lugares donde han acontecido milagros o donde se han sucedido apariciones de la Virgen.

La segunda modalidad es la de los grandes eventos multitudinarios que la iglesia organiza cada cierto tiempo con motivo de una festividad o de una celebración especial temática: en esta modalidad destacan las Jornadas mundiales de la Juventud y de la Familia, también las romerías como las de la Virgen de la cabeza y la Fuensanta de Murcia, o las propias procesiones de semana Santa que atraen a numeroso público religioso.

Otro ejemplo de esta modalidad son las beatificaciones o canonizaciones que se celebran en Roma, o los años jubilares que las ciudades santas tienen otorgados cada cierto tiempo.

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